Los Mochis, Sin.- La violencia obstétrica es el conjunto de prácticas y conductas realizadas por profesionales en el ámbito de la salud que atienden a mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, tanto en el ámbito público como en el privado, que por acción u omisión suponen algún grado de violencia hacia las usuarias.
Algunos ejemplos de violencia obstétrica son la medicalización injustificada, la patologización de procesos que son naturales y el trato deshumanizado.
En 2019, la ONU calificó la violencia obstétrica como un fenómeno global que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, sin embargo, la mayoría no denuncia estos hechos, pues a lo largo de los años se han normalizado y la mayoría de las mujeres no son conscientes de lo que están viviendo, por el grado de vulnerabilidad en el que se encuentran.
En los últimos años, se ha retomado el concepto de parto humanizado, que se refiere a la atención del parto desde una perspectiva de respeto a los derechos, las necesidades y las preferencias de las mujeres y sus familias.
Implica reconocer el parto como un proceso fisiológico, emocional y social, y no solo como un evento médico, aunque aún es necesaria la capacitación del personal médico para llevar a cabo esta práctica de respeto a la mujer y al momento del parto.
Te presentamos una imagen donde se describen 33 alertas que se generan, a partir del maltrato que sufre la mujer embarazada al ser juzgada, atemorizada, humillada o lastimada física y psicológicamente, con el fin de que aprendas a detectarlas y a detenerlos.
En Sinaloa es muy común escuchar historias sobre mujeres que fueron violentadas al momento del parto, ¿Tú o alguna conocida ha sido víctima de violencia obstétrica?
Cuéntanos tu historia.